domingo, 17 de octubre de 2010

Feliz día de la madre

Nunca me gustó la calificación de "especial" para mí , como mamá. Siempre digo, yo soy , una mamá más, como cualquier otra, que haría cualquier cosa por un hijo , por su bienestar, por su salud, por su vida...
Hoy, luego de "aceptar " este camino que nos toca transitar, y de entender que, de alguna manera y por algún motivo Dios me encomendó esta misión, quiero compartir estas palabras que "robe" de algún mail recibido , con todas las mamás que transitan este camino , este camino de ser una mamá especial, de un niño especial , en todos sus sentidos, sólo nosotras , sabemos cuán especiales son sus logros, sus risas , sus alegrías y su amor.

" Una madre especial para un niño especial"

Me dicen que en este año más de cien mil mujeres serán madres de niños con necesidades especiales. Me he preguntado cómo son escogidas estas mamás, y como respuesta he imaginado a Dios mirando desde el cielo a la Tierra.
Conforme el Señor observa a las mamás, da instrucciones a un ángel, su secretario, quien anota en una gran libreta. Cuando Dios mira a una mujer con cualidades especiales, sonríe y ordena: "Dale a ella un hijo con necesidades especiales”. El ángel, curioso, pregunta, -"¿por qué a ella, Señor, si se la ve tan feliz?" Dios responde: "Así es, mas no podría darle un niño con problemas a una mamá que no supiera reír..., sería cruel." "Pero, ¿tendrá paciencia, Señor?", pregunta el ángel. "Yo no quiero que ella tenga paciencia, porque se hundiría en un océano de autocompasión y desolación", respondió Dios, quien siguió diciendo: "Una vez que el impacto haya pasado y el resentimiento se haya borrado en ella, sabrá manejarlo; ya la observé hoy, es segura e independiente, como se necesita en una madre especial. Como sabrás, el niño que voy a darle tiene su propio mundo, y ella tiene que permanecer en el suyo... no va a ser fácil, lo sé". El ángel replicó, "Pero Señor, yo no creo que, siquiera ella, siga creyendo en Ti después de esto". Dios sonrió y dijo: "No importa, eso lo arreglaré; ella es la mujer adecuada, tiene suficiente entereza, además, - ofreció Dios- es una mujer a quien bendeciré toda su vida, ella no se dará cuenta, pero será envidiada. Sabrá valorar cualquier palabra que salga de la boca de su hijo. Nunca considerará los avances de él como cosa ordinaria; cuando su hijo diga mamá por primera vez, será testigo de su gran esfuerzo y lo amará más; cuando él le describa un árbol o una puesta de sol, los verá como poca gente ve mis creaciones. Nunca estará sola, yo estaré a su lado cada minuto de cada día de su vida, porque estará haciendo mi trabajo con el mismo amor con el que yo lo haría." Finalmente el ángel preguntó: "¿Quién será el santo patrono del niño?". Dios le respondió: "Bastará con que se mire en un espejo, ahí mismo lo encontrará."