domingo, 9 de julio de 2017

Cambios, Cambios, permanentes...

Hace un año ya que muchas cosas comenzaron a cambiar, hace un año tomé la decisión de modificar el rumbo en el tratamiento de Bauti. Estábamos pasando por situaciones muy difíciles,  berrinches intensos, mañanas complicadas en casa para ordenarnos y comenzar el día armoniosamente, días difíciles en la escuela, donde a raíz de la falta de una contención adecuada la conducta de Bauti lo dejaba sumamente expuesto ante sus pares, donde por cuidar a sus compañeros había que sacarlos del aula y luego explicarles para que no les quedara sensación de miedo hacia él... Pensé en un psiquiatra, pensé en otro colegio, aunque este cole al que va es maravilloso, y el equipo de integración también, y las terapeutas,  pero lamentablemente en donde un eslabón falla todo se desmorona.
Decidí comenzar el tratamiento en la Fundación Spine, lugar al que realmente me había jurado nunca acudir...quizás por cierta negación,  aunque nunca fui negados, creo que en algún punto sí lo era...
En un año de tratamiento han cambiado muchas cosas. Aprendí a manejar ciertas situaciones que creía que manejaba bien, Bauti incorporó más aún una conducta y control alimenticio que ruego a Dios perdure por mucho tiempo. Aprendió gracias a su fonoaudiologa de toda su vida y a las terapias de la Fundación a expresar sus emociones,  Y así poder decir qué es lo que le pasa y no terminar en una crisis imparable. Hoy puede jugar con sus compañeros,  puede compartir sus cosas, sin llegar a una crisis.
También sus sesiones de habilidades sociales son sumamente importantes en estos avances conductuales.
Hoy puedo decir que hay más calma, puedo relajarme un poco, pero nunca del Todo, siempre siempre hay que estar atentos, no descuidar y nunca bajar los brazos.


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